Archivos en la sociedad del conocimiento
La archivística se ha consolidado en los últimos años como una ciencia emergente gracias fundamentalmente a los notables cambios experimentados en la concepción de la profesión y en el desarrollo de nuevos paradigmas, transformándose en una ciencia dinámica, evolutiva, en constante interacción con su entorno que obliga a “repensar” la profesión de manera periódica y, en consecuencia, generar un utillaje metodológico y unos estándares normalizados de manera continuada. Este carácter poliédrico y transversal nos visualiza cada vez más como un crisol y un método de integración de herramientas de distintas disciplinas y un formidable instrumento de captación, tratamiento y explotación de la información.
A los clásicos valores de patrimonio, identidad y memoria que habían identificado tradicionalmente la profesión, debemos sumar los de transparencia, libertad de información, rendición de cuentas o el más moderno de gobierno abierto, configurando así una constelación más amplia y diversa. Así mismo, la moderna gestión de documentos permite sintonizar con factores como la eficiencia, la eficacia, el ahorro de costes, la interoperabilidad o los datos abiertos. En paralelo, la profesión ha ido tejiendo nuevas alianzas; ya no solo compartimos proyectos de investigación con historiadores, periodistas o museólogos, sino con juristas o médicos forenses para temas de derechos humanos y también con tecnólogos y expertos en organización y modernización en todo aquello vinculado al gobierno electrónico. En síntesis, plurales en funciones y también en alianzas.
La indiscutible centralidad política, social y cultural de los archivos los convierte en espacios de ejecución instrumental de las agendas políticas más renovadoras y la consolidación de un capital informativo inigualable en antigüedad, cantidad y calidad permite inferir que, en caso de cotizarse en bolsa, serían sin duda un valor al alza. La riqueza y diversidad de la agenda de actividades de esta SIATI permite exponer integralmente la gran potencialidad que supone la proyección a los ciudadanos de las inmensas posibilidades de unos archivos abiertos, comprometidos en su dimensión más democrática en propiciar el libre ejercicio de los derechos ciudadanos. En definitiva, un programa que visualiza este cóctel y fusión de saberes que devienen un factor clave en la eclosión de la sociedad del conocimiento.
Ramón Alberch i Figueras
Coordinador del Grupo de Trabajo para la Dinamización Cultural de los Archivos de la ALA.